martes, 4 de septiembre de 2012

Cada día que me levanto tú estás ahí.
Me das los buenos días de la forma que me gusta.
Cuando cocino, tú estás ahí.
Comemos juntos.
Durante la siesta estás a mi lado.
Me despiertas con suaves caricias.
Si enfermo, me proteges y me cuidas.
Si no estoy me echas de menos.
Cuando llego eres el primero en darme la bienvenida.
Y por la noche, me sigues hacia la cama y compartimos nuestros sueños.


(por: Clara Porlán)

Os lo dedico a todos lo que sentis lo mismo con vuestros animales, y a los que no teneis, no sabeis lo que os perdeis.