Hoy, yendo en el autobús a la vuelta de mi trabajo, sin tener otra cosa que hacer que pensar y mirar por la ventanilla, me acordé de todos aquellos que por diferentes causas vivís lejos de mi.
Madrid, León, París... diferentes destinos y diferentes circunstancias. Unos por trabajos, otros por estudios, unos que no volverán, otros que nunca conoceré. Diferentes motivos pero todos tenéis una cosa en común, la amistad que siento por vosotros y la cercanía que siento pese a la lejanía física que nos separa.
Dicen que el dinero no da la felicidad, pero a mi me sería de gran ayuda disponer un poco más para tener el placer de viajar y veros, e incluso conoceros, pues algunos solo tengo el placer de hablar por la red, que aunque diferente, al menos es un medio para seguir en contacto. Aún así no dejo de mirar por la ventanilla y pensar en si algún día se hará realidad el teneros más cerca.
Mientras tanto, seguiré disfrutando de vosotros por los medios que tengo e intentaré que la lejanía no interfiera en nuestra amistad, ya que por desgracia el no tener contacto físico hace alejarse demasiado a las personas...
Estáis lejos, pero os siento cerca. Un abrazo a todos vosotros.
Clara.