martes, 29 de marzo de 2011

Un camino por recorrer y un pasado que superar


Ha pasado casi un año y sigo anclada en esos recuerdos que tanto mal me hacen. Los pensamientos y porqués siguen rulando casi cada día por mi mente, a veces consigo rehuirlos y otras me envenenan por dentro. Y me veo que no avanzo, que no olvido. Pensé que al verte los pajaritos se irían volando, pero ha sido todo lo contrario, estaba bien, ahora vuelvo a pensar y darle vueltas a unas preguntas sin respuestas. Siento impotencia de saber que no hay remedio para enmendar el descosido, que solo debo seguir adelante y aguantarme con esos malos recuerdos, algún día espero que desaparezcan de mi cabeza, aunque aún no veo el final de este fatídico túnel, pero lo deseo, con todas mis ganas y lo intento, pongo de mi parte pese a no recibir ninguna ayuda externa, hoy día no.
Leo, percibo, veo y no comprendo, no entiendo nada en absoluto, es extraño, raro, diferente, demasiado diferente, irónico, maléfico, mal hecho. De un día para otro nada es igual y todo es completamente diferente, pasó tan rápido que acostumbrarse a ello resulta eterno, que paradoja. Como puede dar la vida un giro tan inesperado y pretender que haga como si nada hubiese ocurrido, ese es el consejo que me dan, que ilusos. Los problemas de los demás siempre serán de los demás, un error que cometí, hacerlos mios, ayudar, entender, animar, estar. Craso error. Un error que me pesa y envenena el cerebro, pues de nada sirvió el esfuerzo de comprender y vivir lo que no me correspondía, ahora lo sé, por ello se dice que de los errores se aprende, y si hay algo que haya aprendido de esta lección es que nadie es imprescindible y que no hay mejor acompañamiento que uno mismo, al fin y al cabo yo no me puedo traicionar a mi misma. La mejor ayuda, la más eficaz, está dentro de mi y solo yo puedo salir de este bache y comprender que hay cosas que por mucho que duelan no tiene solución, debo aprender a vivir con ello y seguir por el camino adecuado, es el único modo de ser feliz y seguir caminando siempre hacia delante.

lunes, 14 de marzo de 2011

Empezando de cero con el mundo que me rodea.


Soy una mete patas, cuando parece que recupero cosas del pasado voy y creo una brecha, bocazas, mete patas como lo queráis llamar. Aunque se reconocer mis errores y pedir disculpas, aunque no se si eso es suficiente para el otro lado. Estoy intentando cambiar, perder de vista aquello que desde muy niña siempre me ha hecho daño ¨las habladurías¨ ¨los marujeos¨ ¨cuchicheos¨ ¨hablar de la gente¨, estoy tremendamente cansada de todas esas niñerías. Aún queda gente a mi lado que dedica su tiempo a esas cosas, pero por el contrario también los hay, de los que pasan tres pueblos, que son a los que más me estoy arrimando en estos momentos, me hacen mucho bien. Pero aún quedan restos de ceniza del cual no es fácil desprenderse. Lo que si me doy cuenta es que cada vez este tipo de ¨disputas¨ por este tipo de tonterías me cansan cada vez más y de las cuales pretendo huir, quizás aún no haya aprendido a hacerlo como debiera, por ello en ocasiones cometo errores y meto la pata, pero desde luego es algo de lo cual estoy segura quiero desprenderme. Mi vida ¨amistosa¨ digamoslo así, ha dado un giro de 180º y ahora es el momento de hacer realidad mi deseo, está en mi, y no debería darme miedo a perder ciertas cosas, cosas que tan siquiera se si me hacen bien, tarde o temprano siempre llega algo bueno y en estos momentos mi vida en este sentido no está nada mal... Tampoco es perfecta, pero nunca lo ha sido, una cosa es soñar y otra ser realista. Una vida perfecta con amigos perfectos no existe, al menos es algo de lo que yo dudo que pueda llegar a desear, pero me basta y me sobra con ser feliz, con mi vida imperfecta y mis amigos imperfectos pero dejando atrás lo que me hace daño, huir de lo que no me conviene y empezar de cero. De cero es olvidando lo malo y quedarme con lo bueno, de cero es volver a sonreír, de cero es vivir mi vida y no la de los demás, la vida que yo quiero vivir, y si hay alguien que no le guste, aún está a tiempo de salir por la puerta, porque esta está apunto de cerrarse para muchas cosas que no quiero volver a vivir.