viernes, 20 de mayo de 2016

Una de mis últimas reflexiones fabokeras, de estas que te hacen espabilar y volver a atrapar la vida con ganas y esfuerzo:

Definitivamente, esta vida te la comes tú sola, no hay manos amigas, hay que aprender por uno mismo a ser feliz, nadie puede levantarte si tú no quieres, nadie puede hacerte olvidar si tu no lo intentas, nadie puede mejorar tu vida si tú no estás dispuesto a luchar por ello. No existen los amigos ni la familia para esto. Gran parte de tú vida te la tienes que comer tú con patatas, y aprender por ti mismo. La teoría es muy sencilla, sabes por donde tienes que empezar, sabes todo lo que tienes que hacer, pero te hace falta fuerza de voluntad y eso no te lo da nadie más que tú. Y no es nada fácil, la práctica no es nada fácil, no haces más que caerte una y otra vez. Hay que pensar y valorar, hacer y querer, reir y llorar, querer y poder...
Construimos una vida con gente alrededor, pero no es suficiente, hay que construir una vida mental contigo mismo. Socializarse si, ¡depender nunca!

Grandes fallos cometemos en la vida, y este ha sido el mío. El gran fallo de mi vida, un error descomunal, que no es tarde para remendar, si quiero, puedo. Si me dejo de pájaras y paranoyas, si disfruto de mi misma, de tener vida, de lo que me rodea, ¡de estar viva!

Ya no hago más reflexiones, es otra de ponerse manos a la obra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario